Semanas atrás tuve el placer de conocer la Bodega Séptima, en Luján de Cuyo, Mendoza. No por catadora profesional de vino sino por la curiosidad de conocer el LadoB de los vinos y una zona tan espectacular como Agrelo. La bodega en sí es gran obra de arquitectura que ganó premios no sólo por su vino, sus etiquetas, sino también por su construcción. Fue diseñada por los arquitectos Eliana Bórmida y Mario Yanzón y los materiales utilizados son los de la zona: rocas, canto rodado, granza, arena y limo.

El diseño es imponente y simple. Está inspirada en el sistema ancestral de la pirca, técnica por la cuál se apilan piedras naturales como el que utilizaban los Huarpes, el pueblo originario de la zona. Las 360 hectáreas están por encima de los 1.050 m sobre el nivel del mar y la bodega ocupa 5500 m2 con capacidad para almacenar 3 millones de botellas.

El silencio y paisaje ayudan al impacto: mucha luz, amplios pasillos, escaleras, plazas secas y los viñedos con vista a la montaña. Amabilidad en la visita guiada y un aroma que mezcla el paisaje con el vino a medio hacer.

La Bodega se llama así porque es la séptima que el grupo Codorníu (España, con la bodega más antigua de Europa) construyó en el mundo: la Ribera del Duero, Rioja, Priorato, Sant Sadurni D’Anoia en España, Napa Valley y California en Estados Unidos.

El recorrido puede completarse con un almuerzo en uno de los mejores restaurantes de la zona. “No me gusta presentarme como Chef pero estoy a cargo de la cocina” dijo Marcos Zabaleta, el Chef (valga la redundancia) de María Restaurant, en la terraza de la bodega con una vista impactante a los Andes y los viñedos, según adonde uno se ubique.

Allí tuve la fortuna de catar gran parte de su colección, maridado con un plato diferente para cada vino. Un lugar que ganó el premio Best Of the Oro en Restaurant de Bodega en “Certamen Best of Mendoza´s Wine Tourism 2016”. El Menú que ven a continuación es la propuesta Menú Gran Reserva (1100 pesos en Agosto de 2017) y la otra opción es Menú María (920 pesos). Más allá de que la comida entra por los ojos fue una gran experiencia de maridaje: vinos, comida y paisaje.

La oferta es Septima Gran Reserva, Septima Obra, María Codorníu, Septima Varietales, Cosecha Tardía y los vinos que vayan agregando según la época del año. Las uvas de los vinos se recolectan a mano aunque en el interior de la bodega se puede apreciar la tecnología usada y el trabajo de sus enólogos. Bodega Séptima exporta el 65% de su producción y acaba de presentar una nueva variedad: Confiado, una línea compuesta por tres vinos, dos tintos y un blanco. Serán una edición limitada y sus precios van desde los 360 a 470 pesos.

La Bodega queda en Ruta 7Km 6,5 Agrelo, Lujan de Cuyo.

One Reply to “Bodega Séptima: el maridaje perfecto entre vino, comida y paisaje”

  1. La verdad que pude degustar el septima malbec 2017 no soy conocedor de muchos vinos pero me gustar probar y catar es muy rico vino en sabor y aromas me gustaria probar algunos de sus champagne si es bueno como el malbec me imagino q deben ser de primer nivel y el reserva tambien debe ser una bomba …

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