Se presentó en la legislatura porteña un plan para regular el uso de nuevos vehículos como el monopatín. En realidad, la propuesta está dirigida a transporte urbano para alquilar en plazas fijas, que hoy brilla por su ausencia pero que -gracias a dicha medida- estaría por llegar a la ciudad.
La propuesta fue presentada por el ministro de Desarrollo Urbano, Franco Moccia y empezará a ser tratado por la Comisión de Tránsito y Transporte de la Legislatura para lograr normas y condiciones de circulación para este tipo de vehículo que no supera los 25 kilómetros por hora y que será para mayores de 16 años, con uso de casco obligatorio. Las multas alcanzarán las 70 unidades fijas –equivalente al precio de 35 litros de nafta premium–.
Los rumores indican que Rappi sería la primera compañía en traer este negocio a la Argentina. La colombiana, lejos de mejorar sus condiciones para con los trabajadores en bicicleta, piensa invertir en este servicio en la Ciudad de Buenos Aires a través de una alianza con la mexicana Grin.
Los rumores indican que Rappi sería la primera compañía en traer este negocio a la Argentina. La colombiana, lejos de mejorar sus condiciones para con los trabajadores en bicicleta, piensa invertir en este servicio en la Ciudad de Buenos Aires a través de una alianza con la mexicana Grin.
Los monopatines generaron revuelo tanto en la vida online como en la offline. En España es obligatorio que tengan iluminación, freno, elementos reflectantes y bocina.
Peligros al volante del monopatín
En los países que llevan tiempo con este tipo de servicio, ya hubo accidentes, quejas, problemas y demases. España: 273 siniestros, incluyendo la muerte de una señora de 90 años atropellada por dos ¿monopatines? En realidad, por dos usuarios. Echarle la culpa al vehículo y no al portador del mismo es discutible, lo que sí es cierto es que las normas deben estar claras para todos y hay que cumplirlas. Me pregunto cómo se hará en Buenos Aires para eso, ya que no sucede con otro tipo de vehículo urbano donde se cometen todo tipo de infracciones.
En Chile tuve la oportunidad de probar un servicio similar, a través de la app Lime. Les dejo mi experiencia, que me salió carísima.