Cuándo hablamos de vigilancia todos recordamos el panóptico de Vigilar y castigar, tan viejo como la idea de de Jeremías Bentham de generar control sobre la totalidad de una superficie, aunque en ese momento no existía la tecnología de reconocimiento facial. Hoy, en la Ciudad de Buenos Aires, esta tecnología no está tan lejos de la totalidad. El objetivo para 2023 es llegar al 75%. 

“En los últimos tres años, el Gobierno de la Ciudad buscó los datos biométricos de más de 7,5 millones de personas, algo que la ley no le permite” indica el documento emitido por el CELS.

Desde el 2019 el Ministerio de Seguridad de la Nación tiene un convenio con el Registro Nacional de las Personas (ReNaPer) que autoriza a cruzar su base de datos  con el listado de personas con orden de captura judicial para localizarlas a través de cámaras de seguridad equipadas con software de reconocimiento facial. Pero sólo con personas que tienen orden de captura o causas judiciales, un número que ronda los 40.000 ciudadanos. El problema es que entre abril de 2019 y marzo de 2022, la Ciudad excedió lo autorizado por el convenio entre el Gobierno de la Ciudad y el Ministerio de Justicia. Además, se evidencia una falta de control de la información que circuló y eso es lo que el Gobierno de la ciudad deberá explicar esta semana. ¿A qué se debió el pedido de casi 10.000.000 de consultas? 

Esta información sale a la luz luego de que en 2020, a través de un pedido y denuncia del Observatorio de Derecho Informático Argentina (ODIA) y del CELS, se le solicita al gobierno porteño explicar cuáles son las razones por las cuales decidió consultar esos datos vulnerando el derecho a la intimidad de miles de argentinos. También se denuncia la debilidad y ausencia de mecanismos para controlar ese flujo de información. La consecuencia inmediata es la suspensión del mecanismo de reconocimiento facial por parte del juez en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad a cargo del amparo, Andrés Gallardo y revisión de los procedimientos.  “En función de este último pedido, se constató que la Policía de la Ciudad hizo casi 10 millones de consultas sobre 7,5 millones de personas”, agrega el CELS.

La Asociación por los derechos civiles (ADC) tiene una campaña llamada Con mi cara no.  Allí explican claramente cómo funciona el sistema de reconocimiento facial y el match con la información personal.

• El reconocimiento facial es una tecnología biométrica que permite reconocer e identificar a las personas mediante los rasgos de su rostro.
• La tecnología biométrica utiliza las características físicas y de comportamiento únicas de cada persona. Así, de manera automatizada permite reconocer, autenticar o identificar, a uno o múltiples individuos.
• Los datos biométricos son datos personales sensibles y se dividen en dos grandes categorías. Por un lado, los que provienen de las características físicas y fisiológicas y por el otro los que se refieren a ciertas características del comportamiento.

Argentina, el país más vigilado de Latinoamérica

En la actualidad, Argentina cuenta con cámaras con reconocimiento facial en la Ciudad de Buenos Aires, Tigre, Córdoba, Mendoza, Salta, Jujuy y San Juan. 

Según un informe de Access Now realizado en Argentina, Brasil y Ecuador -por ser los países de la región donde existe una mayor cantidad de implementación de este tipo de tecnologías-, Argentina es el país más vigilado. Aquí opera el mayor número de estas empresas. La investigación detalla el despliegue de equipos de vigilancia y monitoreo fabricado por unas 12 compañías, la gran mayoría, extranjeras. Se usan en aeropuertos, servicios de transporte público y en las calles de varias ciudades del país.

Y uno de los más videovigilados del mundo…

Para finales de 2021 se estipulaba que en el mundo habría más de mil millones de cámaras de vigilancia. El informe de PrivacySavvy.com indica que Nueva York tiene la mayor densidad de cámaras de CCTV en los EE. UU, Londres es la tercera ciudad con el mayor número de cámaras de CCTV y que China es concentra el 56% de las cámaras del planeta, alrededor de 500 millones. 18 de las 20 ciudades más vigiladas del mundo están en dicho país. También, que más cámaras de CCTV no se traducen en menos delincuencia y más seguridad.

En muchos países de Europa está prohibido porque la legislación de la Comunidad Europea restringe la instalación de sistemas de videovigilancia masiva. Eso no indica que no haya cámaras: se puede mirar pero no vigilar. Es decir, no se cruzan las informaciones.

Buenos Aires está en el puesto número 14 dentro del Top 20 de las ciudades más videovigiladas del mundo con 48,694 cámaras de Circuito cerrado de televisión (CCTV). La proporción con respecto a la cantidad de habitante -15,153,729. da que hay 3.21 cámaras por cada persona que vive en la ciudad.

“La seguridad es una de las prioridades desde hace años y por eso tenemos muchos proyectos en funcionamiento. El próximo, muy importante, es tener la ciudad video vigilada en un 75% (hoy estamos en un 54%). Ese porcentaje representa una video vigilancia más alta, de un 85%, porque son prioritarias las zonas donde circula o vive más gente”, dijo Felipe Miguel en una nota al diario La Nación y afirmó que hay 11.188 cámaras “que llegarán a 12.000 antes de fin de año y a 15.300 en 2022”.

Las implicancias negativas de los Falsos positivos

En Gran Bretaña, en el 2020 se escanearon como mínimo los rostros de 8.600 personas sin su consentimiento en una sola semana en Oxford Circus. De los ocho sospechosos detenidos, solo uno correspondía al prófugo buscado: un 86% de falsos positivos según ese dato. En Londres solamente hay 4 millones de cámaras.

Les comparto un video de Big Brother Wath que explica, en inglés, de qué se trata todo esto con imágenes, ya que de seo se trata.