En Argentina generamos 8,7 kg de basura electrónica per capita pero en los países desarrollados ese número asciende a 21. El problema es que sólo el 20% se recicla y el desperdicio es enorme. Tanto, que en números se valúa en 62.500 millones de dólares, más que el PIB de algunos países.

Es que de acuerdo con la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU), hay 100 veces más oro en una tonelada de teléfonos inteligentes que en una tonelada de mineral de oro.  Esto quiere decir que los depósitos más ricos de la tierra se encuentran actualmente en vertederos o en los hogares de las personas.

Los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) están compuestos por pequeños y grandes electrodomésticos, aparatos de alumbrado, herramientas eléctricas o electrónicas, equipos médicos, instrumentos de vigilancia y control y aparatos electrónicos de bajo consumo.

En la Argentina hay 62 millones de teléfonos celulares activos. Una vez descartados, pasarán a formar parte de las 50 millones de toneladas de residuos electrónicos que se generan, por año, en el mundo. En Estados Unidos, se tiran, por año, 152 millones de teléfonos.

Como no tenemos una regulación a nivel nacional de los RAEE, cada provincia se las arregla por su cuenta. ¿Quien debería hacerse cargo? Tres actores: el estado, el productor con la figura ERP (Responsabilidad extendida del productor) y el consumidor. En Argentina, estamos en pañales en los tres ítems.

Un celular tienen alrededor de 700 elementos tóxicos para el medioambiente y la salud. Entre ellos, plásticos, metales, plomo, cadmio y litio. Sin embargo, más del 90% de los componentes de estos son reciclables pero sólo el 5% cumple este ciclo de reciclaje.

Los teléfonos móviles contienen alrededor de 40 materiales tóxicos, entre los que destacan elementos como el arsénico, antimonio, berilio, plomo, níquel y zinc

Los teléfonos móviles contienen alrededor de 40 materiales tóxicos, entre los que destacan elementos como el arsénico, antimonio, berilio, plomo, níquel y zinc, o metales pesados como el plomo, cadmio o el mercurio, entre otros.

Lo que no se recicla, y vale también para todos los dispositivos, es la batería, elementos muy contaminantes que deben recibir un tratamiento especial.

Algunos datos claves de la basura electrónica

Una batería de celular puede contaminar 600.000 litros de agua. Con respecto a las pilas, como no hay tratamiento para pilas recargables o baterías en desuso se recomienda evitar su uso, priorizar las recargables a las normales y comprar pilas de buena calidad. Una pila barata, en general, tiene una menor vida útil que una de buena calidad, con el agravante de estar elaborada bajo un proceso más contaminante.

Un 3% de cada computadora está compuesto por residuos contaminantes (plomo, mercurio, berilio, selenio, cadmio y cromo, entre otros). El resto de los materiales se divide en un 25% de componentes recuperables y un 72% de materiales reciclables (plásticos, metales ferrosos, aluminio, y cobre, oro, níquel, estaño de las placas) y puede tardar hasta 300 años en degradarse.

Se pueden reciclar: Computadoras, notebooks, monitores, teclados, mouses, decodificadores, módems, hubs, switches, posnets, impresoras de punto, láser, multifunción y de inyección, teléfonos, celulares, centrales telefónicas, faxes, télex, equipos de música, video caseteras, DVDs y televisores, entre otros.

No se pueden reciclar: Fotocopiadoras, electrodomésticos, lámparas, pilas y baterías sueltas, cartuchos tóner sueltos y equipos que tengan vidrios rotos, etc.

Ni hablar sobre cómo se generan dichos elementos, de qué manera se extraen de la tierra y qué procesos contaminantes tienen al fabricarse.

Según el PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) el mundo recibe 50 millones de toneladas de residuos electrónicos. Los países más contaminantes de este tipo de Basura son Estados Unidos y Brasil, que produce el 36% de residuos tecnológicos en Latinoamérica. Los brasileños arrojan a su territorio 120 mil toneladas anuales de esos residuos mientras que los Estados Unidos 1,5 millones (Planeta SP julio 2019). Algunas ciudades de Asia son receptoras de WEEE de todo el mundo. No solo contaminan los suelos y sus napas freáticas sino también a quienes trabajan por esos lugares. Ghana, Nigeria o Costa de Marfil también son víctimas de esta situación.

A reciclar: lugares en todo el país

• Scrap y Rezagos S.R.L: se encargan de la reutilización y reciclado de equipos electrónicos y eléctricos. Están en Ecuador 462 en la ciudad de Buenos Aires. Esta es su página de Facebook para que puedas contactarlos.
• Compañía La Toma del Sur: se ocupan del reciclado de plásticos como computadoras y fotocopiadoras, entre otros. Están en Avellaneda, en Ricardo Gutiérrez 858. Acá tenés más info.
• Equidad Fundación Compañía Social: esta organización con fines educativos intenta reducir la brecha digital que hay en la Argentina. Recolectan, reciclan y donan computadoras. Están en la ciudad de Buenos Aires en Piedras 1384. Acá podés saber más de ellos.
• Puntos verdes móviles: entregarlos limpios, se reciben hasta tres aparatos por persona.
• Puntos verdes especiales: de miércoles a domingos de 11 a 19 horas.
• Ecovolta: esta organización recibe tus pilas usadas y les da un uso sustentable. Acá encontrás direcciones a lo largo y ancho de la Argentina donde hay contenedores de seguridad aprobados por el SENASA para que deposites tus pilas.
• Dónde reciclo: es una organización que fomenta la gestión sustentable de los residuos. Acá elegí qué tipo de basura querés reciclar y la opción más cercana a tu casa.

Hacia el año 2030 se generarán más de mil millones de toneladas de RAEE en el planeta. Esto significa que si no reducimos, reciclamos y reutilizamos lo que desechamos, convertiremos nuestro mundo en un gigantesco vertedero contaminado.

Si se aplica un enfoque de economía circular, los desechos eléctricos y electrónicos pueden considerarse un recurso que podría promover la obtención de medios de subsistencia, generar empleo, proporcionar acceso a la tecnología y facilitar la modernización tecnológica.

El martes 24 de septiembre hablé del tema en Pasaron Cosas, Radio con Vos.