Esta semana, a raíz de las repercusiones que tuvo un estudio mundial acerca del uso de vapeadores, la Secretaría de Gobierno de Salud de la Nación emitió un comunicado informando la situación local: el 7,1% de los adolescentes de 13 a 15 años consume cigarrillo electrónico en la Argentina.

El dato surge de la 5ta edición de la Encuesta Mundial de Tabaquismo en Jóvenes (EMTJ), donde además se destaca que el 20% de los estudiantes consume actualmente algún producto de tabaco.

Es que Vapear, el verbo que indica fumar cigarrillos electrónicos, se puso de moda entre los adolescentes. Y es noticia porque en Estados Unidos se produjeron siete muertes, además de 450 hospitalizados. Las autoridades sanitarias indican las posibles causas: los ingredientes de los vapeadores de tabaco y marihuana. En lo que no se ponen de acuerdo es en cuál de las sustancias es la culpable. Es posible que estén relacionados con el consumo de tetrahidrocannabinol, componente de la marihuana o vapeadores que la contienen pero también es posible que sea la nicotina.

Los síntomas son dificultad para respirar, dolor en el pecho y otros síntomas como dolor de estómago o diarrea. Tampoco está claro qué marcas o líquidos fueron los responsables.

La FDA llama una “epidemia” de vaporización ignora el aumento meteórico de los cartuchos de THC falsificados, pues están en el mercado negro.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la regulación de los cigarrillos electrónicos y sugiere que se le apliquen las mismas restricciones que tienen los tradicionales, aunque también reconoce que los estudios disponibles sobre este tipo de dispositivos no informan cuál es el nivel de riesgo que tiene para la salud.

En Estados Unidos, entre el 2011 y el 2018, las tasas de uso de cigarrillos electrónicos en los más jóvenes aumentaron de 1,5% a 20,8%.

Claro está que el cigarrillo tradicional deja más muertes pero el líquido que se calienta en el cigarrillo electrónico también es nocivo a través del vapor que ingresa en el cuerpo. Algunos contienen altas cantidades de nicotina, compuestos tóxicos y aditivos con sabor. Estos últimos son los que los más chicos consumen.

Consumo de vapeadores en Argentina


La Secretaría de Gobierno de Salud de la Nación presentó los resultados preliminares de la 5ta edición de la Encuesta Mundial de Tabaquismo en Jóvenes (EMTJ) que incluyó por primera vez la evaluación del consumo de cigarrillo electrónico. Los resultados muestran que el 7,1 % de los estudiantes secundarios de entre 13 y 15 años consumen actualmente cigarrillos electrónicos en nuestro país y que el 14,4% de los estudiantes algunos vez los probó.

La EMTJ es una herramienta estandarizada a nivel mundial utilizada para monitorear el progreso de las políticas de control del tabaco en cada país y para comparar datos entre países. Esta 5ta edición incluyó una muestra representativa nacional de 1251 estudiantes de 13 a15 años de escuelas públicas y privadas.

La información presentada muestra que el 20,2% de los estudiantes consume actualmente algún producto de tabaco (varones 18,7% y mujeres 21,4%) y el 18,0% consume cigarrillos (varones 17,6% y mujeres 21,1%). Además, el 35,3 % de los estudiantes estuvieron expuestos en su casa al humo de tabaco ajeno y el 43,7% en lugares públicos cerrados.

La Directora Nacional de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades No Transmisibles, Verónica Schoj, declaró que “si bien es cierto que tanto el consumo de tabaco como la exposición al humo de tabaco ajeno en lugares públicos muestran tendencias decrecientes en el tiempo respecto de las ediciones anteriores, el consumo sigue siendo alto y resulta altamente preocupante el consumo de cigarrillos electrónicos en adolescentes de 13 a 15 años, lo cual es un fenómeno global del que Argentina no escapa”.

Los estudios realizados a nivel internacional revelan que el aerosol que emanan los cigarrillos electrónicos, contienen cuatro grupos de tóxicos y compuestos cancerígenos llamados carbonilos, compuestos orgánicos volátiles, nitrosaminas y metales pesados. También se encontró que poseen más cromo, plomo y níquel que los cigarrillos comunes. Existe evidencia documentada que el aerosol de los cigarrillos electrónicos provoca daños en el pulmón como neumonías y lesiones similares al enfisema, que es una de las enfermedades que causa el Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).

Los datos obtenidos a partir de la EMTJ permiten monitorear las recomendaciones reflejadas en la iniciativa MPOWER de la Organización Mundial de la Salud. Estas son un paquete de medidas de asistencia técnica compuesto por 6 políticas basadas en la evidencia que incluyen monitorear el consumo de tabaco y las políticas de prevención, proteger a las personas del humo de tabaco, ofrecer ayuda para abandonar el consumo, advertir acerca de los peligros del tabaco, hacer cumplir la prohibición de publicidad, promoción y patrocinio y aumentar los impuestos al tabaco.

En Argentina desde el 2011 la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) a través de la Disposición 3226/11 prohíbe la importación, distribución, comercialización y la publicidad o cualquier modalidad de promoción en todo el territorio nacional. A su vez, la Ley Nacional de Control de Tabaco Nº26687, prohíbe su consumo en lugares cerrados, incluyéndolo en las medidas para garantizar ambientes 100% libres de humo de tabaco.

El consumo de tabaco causa anualmente en Argentina la muerte de más de 45.000 personal y en el mundo asciende a 7 millones. En Trinidad y Tobago, Jamaica, Guyana, Republica Dominicana, Panamá, Polonia, Ucrania, Rusia, el uso de cigarrillo electrónico supera al del consumo de cigarrillos tradicionales entre los adolescentes.

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