La guerra fría entre China y EEUU está caliente. En las últimas semanas hubo varias micro-noticias que en conjunto dan un panorama actual de la situación. Por un lado, Huawei está ofreciendo 23.000 euros (mucho más dinero que la competencia) para los desarrolladores que decidan migrar sus Apps de Play Store a la App Gallery de su desarrollo propio. Google, para el caso, se queda con un 30% de lo recaudado por el desarrollador de las aplicaciones.
Por el otro, El Mate30 y su versión pro es uno de los mejores teléfonos en lo que a hardware se refiere pero nació muerto. Es que, a raíz de todo el tole tole con Trump, tuvo que eliminar las aplicaciones desarrolladas por Google. Por esa razón no sólo desarrolló su sistema operativo sino que también creo un dream team de desarrolladores en el que invirtió 20 millones de libras. La iniciativa, anunciada en la última Huawei Developer Day celebrada en Londres, abarca a los desarrolladores de Reino Unido y de Irlanda.
Por lo pronto, acaba de anunciar un acuerdo con la compañía de cartografía TomTom para suplantar el vacío existencial -y operativo- de ofrecer teléfonos sin Google Maps. Ofrecerá mapas, información sobre el tráfico, la planificación de rutas y el software de navegación de TomTom para incorporar el algoritmo sobre propias aplicaciones. El resto de las aplicaciones tienen reemplazo, salvo WhatsApp, que está disponible en Play Store, prohibida para Huawei.
Lo más importante: Huawei asegura que tiene el mismo trato que cualquier otra empresa de tecnología por parte de China, y que los aportes en materia de subsidios suponen menos del 0,3 % de los ingresos totales y no 67.700 millones de euros al cambio como circuló “falsamente”, según la empresa.
Hablemos de lo importante: 5G
Es el caballito de batalla de Huawei, la empresa que más dinero invirtió en el desarrollo de la próxima generación de conectividad celular. En la última década su inversión en I+D asciende a casi 73.000 millones de dólares. Durante 2018 fue de 15.000 millones de dólares en 2018, por encima de Cisco, Nokia y Ericsson.
Mientras tanto, los gobiernos de diferentes países del primer mundo se encuentran en la encrucijada de cortar relaciones con el gigante chino o adoptar el desarrollo de 5G con Huawei. El primer caso es el de Australia y Japón, aliados de Estados Unidos, quienes decidieron prohibir Huawei en sus territorios. Ahora está en el ojo de la tormenta Alemania. El problema de cortar relaciones con China es que traería serias consecuencias en la industria automotriz. VW, Daimler y BMW venden más autos en China que en cualquier otro lugar. Además, muchos ya cooperan con Huawei. Según declaraciones de Herbert Diess, director ejecutivo de Volkswagen, si se retiran de China “un día después, 10,000 de nuestros 20,000 ingenieros de desarrollo en Alemania estarían sin trabajo”.
En el Reino Unido van a avanzar en una colaboración, limitada, con Huawei para el desarrollo del 5G. “El público británico merece acceso a la mejor tecnología posible” dijo al respecto Boris Johnson, flamante Primer Ministro.
En Argentina, el tema todavía está en pañales pero la única prueba que hubo al respecto se realizó el año pasado de la mano de Personal y Huawei.