Hace meses publiqué un tuit hablando de la contaminación sonora que generó mucha adhesión. La mala educación con el uso del celular ya divide grietas y usarlo tiene sus propias reglas.

Si siguen dicho hilo, verán que 90 personas hablaban acerca de este nueva realidad: la desubicación con el celular.

Esta semana salió el video que hice al respecto en El Canciller, reglas de etiqueta del celular, resumiendo un poco la mala y buena educación al respecto.

Pero esto sigue. Se dice que en el futuro, usar el teléfono dentro de un ambiente con gente va a ser tan mal visto como fumar en una habitación cerrada. Antes no podríamos imaginarnos que esto fuera así, pero hoy lo es.

En esta nota del Financial Post, titulada “Cellphone usage is the new smoking”, dan cuenta de ello. En especial, de cómo Francia, por ejemplo, prohibió el uso del teléfono en las escuelas primarias y secundarias. También, en las empresas: ”
La Federación Canadiense de Empresas Independientes dijo que el 61 por ciento de sus miembros menciona el uso excesivo de teléfonos personales como el mayor desafío para la productividad en el lugar de trabajo. Su encuesta representa más de la mitad de todas las pequeñas empresas en Canadá y las empresas declararon que los impactos negativos también incluyen el servicio al cliente”.

En esta nota del suplemento de moda de El País, también hablan al respecto y cuentan como en escuelas de protocolo, se enseña al respecto. Ni hablar de los términos que ya mencionan al mismo como una adicción.

Contaminación sonora es tener las notificaciones activadas

Aquí, un resumen de lo que yo considero es mala educación con el celular, pero la lista es más amplia. Los invito a completarla.

  1. El celular va silenciado. Nada de notificaciones de Whatsapp, Facebook, nisiquiera la tecla de enter. Es contaminación sonora amigos y convivimos todos en el colectivo, en el trabajo, en una reunión de consorcio (bueno ahi capaz es mejor meter ruido, a ver si teneés suerte y te echan)
  2. Tampoco da ir caminando por la calle mirando el celular porque te chocas a todo el mundo o, en el peor de los casos, te pisa un auto. Lo mismo para los ciclistas, taxistas, conductores: de hecho, está prohibido, pero bueno. Estamos en el 2018 y todavía no logramos que se silencien todos los celulares en los cines y teatros. ¿Qué hicimos tan mal?
  3. Si nos ponemos puntillosos, grabar audios a los gritos tampoco da. Menos que menos recibirlos: sean concretos o esto se va a poner imposible. Y si vas a escuchar un audio, ¡siempre ponete el teléfono en la oreja!
  4.  Y si no te queda otra que mandar un audio, cortito y al pie, y con epígrafe escrito previo. Es más, un pedido de disculpas previo avisando que grabas un audio y por qué tema.
  5.  Nunca se llama directo sin antes mandar mensaje; a no ser que sea una emergencia, claro. Y no llamen por Whatsapp que se escucha horrible. Gasten una llamada de celular, ¡o vuelvan al viejo y querido teléfono de línea!

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