El otro día me dieron una nota para hacer en el canal. Era un cable que contaba que había aparecido un video de Serú Girán en YouTube. Los videos no aparecen, pensé, y fui a ver a quien había que atribuirle el hallazgo. La historia tiene dos partes. La del 26 de Mayo, en la que cuenta que el usuario Valwoodpecker subió el video con un comentario de él mismo diciendo que por favor atribuyan la fuente al video. Pero claro, dije yo, si es lo que corresponde. Por suerte ese día no pude ahondar en la noticia y pasó el fin de semana. Cuando la retomé, la historia ya había sido corregida.

Ese material pertenece, antes de haber sido subido a internet, a Gustavo García quien puso el VHS, apretó grabar y preservó durante todos estos años el histórico material, que tuvo lugar en La Rural el 30 de diciembre de 1980 y que fue transmitido por ATC en el programa “Música prohibida para mayores”. El usuario que pedía que lo citen era tan solo un mensajero. En realidad, según indica el diario La Nación, Gustavo García, que hace más de 40 se dedica a coleccionar shows completos y audios de rock nacional (y que tiene un archivo que tiene más de 1500 recitales): “Todo sucedió cuando el coleccionista compartió recientemente, a modo de préstamo, algunos videos con un joven que comenzaba a coleccionar. Al parecer, según relató el experto, el video de Serú Girán se encontraba al final de un VHS y el joven lo encontró. Luego, se lo prestó a su primo, que fue quien compartió el video en su canal de Youtube“. Como verán, ya fue dado de baja.

La grasa de las capitales, Serú Girán, 1979.

El tema se puede escuchar, hasta que por algún motivo de derechos de autor lo den de baja, en el canal RarezasSNM.

Por mi parte, subí a YouTube mi cobertura de la noticia pero tuve que silenciar el fragmento porque iba a tener problemas con los derechos de autor en la plataforma de Google.

Por suerte, aún quedan periodistas que chequean la información pero tenemos que tener cuidado porque no vale todo por un par de seguidores. No vale robar crédito y pisotear el laburo de otro. Seamos cuidadosos como periodistas y como usuarios.

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