Hace años que me hablan del Club de Reparadores, el movimiento que promueve la reparación de objetos como estrategia para un consumo consciente y sustentable.

En cuarentena, a todos se nos rompió más de una cosa: sea electrodoméstico, velador, bicicleta, etc. Los precios, en el mercado de lo nuevo, se dispararon por varias causas: falta de stock, más demanda, viveza criolla y la ley de mercado.

Y así como empezamos a hacer nuestra propia comida casera muchos navegamos YouTube buscando un tutorial para aprender a arreglar nuestros propios artefactos. No se si nos duró mucho el entusiasmo pero creo que es momento de tomar más consciencia sobre cómo consumimos. Y en lo que respecta a tecnología, saber que existe la obsolescencia programada, uno de mis temas favoritos.

Hoy les quiero hablar de la Guía de Reparación, iniciativa del Club de Reparadores.

La página es super simple y ofrece diferentes opciones. Por un lado, la posibilidad de buscar reparadores. Las opciones están divididas en categorías y cada una ofrece, en su interior, diferentes opciones con datos de contacto para hablar directo con el reparador. Está muy completa y permite ordenar los resultados por ubicación. Si le das acceso a tu navegador a que detecte adonde está ubicada tu computadora, los resultados serán más efectivos.

Por otro lado, podés registrarte como reparador ingresando todos los datos requeridos para comenzar a aparecer en el listado y ofrecer tus servicios.

“La reparación es una de las estrategias de la economía circular. Al reparar evitamos tener que extraer nuevos recursos naturales y gastar la energía que requiere fabricar un producto nuevo (en los celulares, por ejemplo, representa aproximadamente un 75% de las emisiones) y además evitamos la generación de ese desecho” explican desde la web y es exactamente lo que debemos aprender: economía circular y ser conscientes de que consumir por consumir no tiene ningún sentido más que llevarnos a la frustración, contaminar y desperdiciar nuestro dinero.

Sobre el Club de Reparadores
El proyecto nace en el 2015 impulsado por la Asociación Civil Artículo 41 y el Club de Reparadores en forma de evento comunitario de reparación itinerante inspirado en iniciativas similares que funcionan en otras partes del mundo. Desde el Club convocan a encuentros voluntarios donde gente de todas las edades y ocupaciones intercambian saberes y herramientas con el fin de alargar la vida útil de los objetos y de fomentar la colaboración entre pares.

Dicen en su página web que desde entonces ya se repararon más de 3000 objetos y se organizaron más de 70 eventos comunitarios de reparación en distintos puntos de la Argentina: Buenos Aires, CABA, Santa Fe, Río Negro, Chubut y Córdoba; y también en otros países como Uruguay y México.

En Cuarentena, la reparación sigue pero en formato virtual. Tienen un excelente canal de YouTube con historias de reparadores, un canal de Telegram y un grupo donde quien quiera puede participar y aportar lo suyo.

Los propósitos de la reparación son tres. Ambiental, para alargar la vida útil de las cosas y reducir la generación de residuos y las emisiones de carbono. Económico, al promover el trabajo de los/las reparadores/as barriales ya que se convierten en una pieza clave para un modelo de economía circular y Cultural, para combatir la cultura de lo descartable y la obsolescencia programada.