Las redes sociales nos están cambiando, torturando, agobiando. A este mal, se lo llama entre otras cosas, la fatiga del Whatsapp. Si bien es cierto que uno debe gestionar sus propios recursos y no eliminarlos, es una problemática mundial que va mucho más allá de un mensajero.

Como bien dice este excelente artículo de The New York Times, las redes sociales están rotas. “Ha envenenado la forma en que nos comunicamos entre nosotros y ha socavado el proceso democrático. Muchos de nosotros solo queremos alejarnos de él, pero no podemos imaginar un mundo sin él”.

Hay mucho material sobre el tema y sobre cómo el smartphone nos está haciendo menos atentos y memoriosos, entre otras pérdidas de habilidades. Investigaciones, análisis y libros, como “Indistractable: How to Control Your Attention and Choose Your Life”, de Jonathan Haidt.

Lo cierto es que las redes sociales disponibles en el celular (incluidas las aplicaciones de mensajería) son un arma de doble filo. Así lo demuestra Tristan Harris, primero experto en ética para Google y luego líder del Centro para una Tecnología Humana, una organización independiente sin ánimo de lucro formada por ex expertos en la materia.

La desconexión es Ley en España (2018), Francia y Bélgica. Al menos en lo que se refiere a los trabajadores y su derecho a no ser molestados a través de dispositivos tecnológicos fuera del horario laboral. Pobres los freelances del mundo unidos sin ningún tipo de resguardo.

El hartazgo de Whatsapp

Si bien no hay datos oficiales, la percepción indica que el mensajero se volvió una pesadilla para muchos usuarios. El reclamo de respuesta inmediata, el cambalache de vida personal y laboral en un solo lugar y la necesidad de estar cuál Tamagotchi ingresando a la aplicación una y otra vez durante el día dan cuenta de ello.

En Febrero, Whatsapp cumple 11 años de vida. Nació el 24 de febrero de 2009 de la mano de  Jan Koum y Brian Acton, pero desde 2014 pertenece a Facebook. Fue adquirida por 19.000 millones de dólares con la condición de no cobrar el servicio a los usuarios.

Se estipula que la red social hoy tiene 1.600 millones de usuarios y para fin del 2020 llegará a 2000 millones

Whatsapp ya tiene 1,6 mil millones en 180 países del mundo con más de 30 millones de mensajes enviados cada minuto.

Reglas de etiqueta con el celular

Voy al grano. Esto debería ser enseñado entre generaciones, de los más chicos a los más grandes, porque los centenialls, ya lo saben.

WhatsApp

Regla de los 20 segundos: Después de los primeros tres segundos la atención del interlocutor empieza a disminuir. Se debería evitar silencios en vano y saludos extensos diciendo “Hola, como estas, te quería preguntar algo”. Al grano amigos.

¿Voz o texto? ¿Por qué cualquier mensaje se envía en forma audio pudiendo ser escrito? Si tu interlocutor te responde en mensaje de texto, sería conveniente adaptarse a lo que la persona a la cuál contactás propone. Muchas veces no se puede estar escuchando ininterrumpidamente audios, cortos o largos. El audio, a mi entender, es solo por cuestiones personales o urgencias.

Tener en cuenta al otro Como decíamos en el punto anterior, mucha gente no puede escuchar audios. Se pueden disparar en altavoz o bien, se escuchan de todos modos si hay alguien cerca. Antes de contactar al otro hay que evaluar si está en posición de escucharnos.

¿Es importante?
Si es importante o es puntual o urgente, definitivamente será un mensaje escrito, que sea simple de leer y que se pueda buscar en la posteridad si se trata de un dato. Los audios no son etiquetables, no se pueden buscar.

Chat grupales Aquí menos que menos un mensaje de voz. Porque no es uno, son varios, son decenas de mensajes que se acumulan. Ponerse al día podría llevar horas. No ha lugar.

Reglas para chats grupales: emitir reglas y una guía de uso. Por ejemplo, no saludar para cumpleaños (un chat de 200 personas se puede convertir en una pesadilla), no contestar en negativo ante una pregunta (un chat con 100 “no” no suma nada). Según qué tipo de grupo, eliminar saludos, videos, memes e ir al grano. Ordenar los temas por #. Ser claros y concisos. Usar la función cita o respuesta, que haya un administrador que cumpla la función y, por supuesto, tenerlo siempre silenciado.

Sin buenos usos y costumbres, cualquier mensajero termina invadiendo la vida privada de sus usuarios.

Según informa PhoneArenaWhatsApp alcanzó -el pasado 31 de diciembre de 2019- la mayor cantidad de mensajes enviados en su historia: 100 mil millones de mensajes, además de 12 mil millones de fotos.

Aquí una guía colaborativa con ideas para mejorar el uso de nuestras comunicaciones

Por último ¿saben que se puede dictar a texto en el celular?

dictado por voz

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One Reply to “Manual de etiqueta para redes sociales: los sí y los no de WhatsApp”

  1. Muy buena nota. Agregaría tema llamadas por Whatsapp. Gente que no conozco y me llama por WhatsAaaaapp. Por qué querés someterme a soportar tu delay y a donar mis datos para escucharte???!

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